Este mantra contiene en sí mismo la síntesis de la enseñanza yóguica. Como siempre te invitamos a tener la experiencia porque tu entendimiento será más amplio y claro. Es un ashtang mantra. Significa que tiene 8 partes que van a crear el estímulo para abrir todos tus chakras, despertar tu energía, tu escucha y finalmente abrir tu potencial creativo.
El mantra dice así:
Ek ong kar sat nam siri wahe guru.
Cada palabra del mantra recorre cada chakra, del primero al octavo. Crea armonía e integración con la totalidad del aura.
Ek ong kar expresa que lo manifiesto (kar) y la energía de creación (ong) son Uno (Ek), desvelando que no hay diferencia real en la esencia que lo compone todo.
La segunda enseñanza o parte del mantra es sat nam donde tu derecho y tu gracia son proyectar tu verdad sin que exista distinción con la Verdad Universal. Este mantra te abre a que tu identidad (nam) es la verdad (sat) o que la Verdad absoluta es la única identidad. La única oportunidad que tienes de sentirte realizado como ser humano es que tu palabra, tu pensamiento, tu comportamiento sean uno y provengan de la verdad para poder expandir tu conciencia hacia siri wahe guru.
En esta tercera etapa del mantra tu conciencia se expresa y se identifica con la suprema conciencia a través de la devoción, de exclamar su grandeza (siri) y su poder indescriptible (wahe) para llevarte de la oscuridad a la luz (guru). En ti y a través de ti vibra la unidad del amor y ésta te sirve con la luz de su sabiduría que todo lo contiene. Cumplido tu anhelo de relación‑identidad con el cosmos, tu carácter se trasforma de ego a servicio. Sales del karma para entrar en el dharma, es decir, sales de la rueda de los patrones del pasado para encontrar la libertad del ser único. El ego es aquél que divide todo en partes o polaridades. Si lo transcendemos, entenderemos que sólo existe la Unidad.
Yogui Bhajan decía que este mantra puede ayudarnos como ningún otro a superar esta era oscura de Kali yuga vaticinada por los Mayas, ya que ayuda a sobreponernos al ciclo kármico.
Técnica: Puedes cantarlo con melodía para una experiencia liviana pero placentera. Para obtener su máximo beneficio debes cantarlo en dos respiraciones y media. Tal y como lo expongo aquí.
Postura de Inicio: Siéntate en postura de meditación como normalmente lo haces (loto, postura fácil, en una silla con ambos pies en el suelo). Mantén la columna recta, con las cervicales estiradas sin tensión, con el mentón hacia el interior de la garganta pero sin bajar la cabeza. Las manos en gian mudra (uniendo las yemas del índice y pulgar) con las palmas hacia arriba y apoyando las muñecas sobre las rodillas. Los brazos se mantienen rectos.
Primera respiración: Inhala profundamente y canta ek, muy corto e intenso, tirando del ombligo adentro mientras también contraes el perineo y el ano. Hacer estas tres contracciones se llama mulabhanda. A nivel energético esto hará que la energía se ponga en movimiento. Visualiza cómo desde el punto nabhi o hara, tres dedos por debajo el ombligo, baja la energía hasta el primer chakra, donde se sostiene gracias a esta cerradura. Con la luz del primer chakra despierta y armonizada, pasas a cantar ong y luego kar manteniendo la cerradura raíz y midiendo para que estos sonidos puedan durar lo mismo. Ong ha de vibrar en tu paladar y la parte trasera de tu garganta. Deja salir el aire por la nariz y no por la boca. Visualiza el segundo chakra vibrando en armonía. Al cantar kar visualiza el tercer chakra en esa misma armonía y contrae el ombligo hacia dentro y hacia arriba. Si lo has hecho bien, tu exhalación al cantar habrá concluido. Ong y kar habrán durado lo mismo.
Segunda respiración: Con ella cantaremos sat nam siri. Suelta lo contraído, inhala profundamente y canta sat poderosamente como hiciste con ek. Realizas mulabhanda pero también le añades una elevación del diafragma visualizando el salto del tercer al cuarto chakra. Visualiza el chakra del corazón en armonía. Luego pasas a catar nam que es muy largo, casi como la suma de ong y kar. Lo sentirás vibrar en el pecho pero también en la base de la garganta. Toma conciencia de la posición de tu cuello con el retroceso del mentón. Tómate un instante para sentir tu estado. Después con aire apenas pronuncia un siri profundo, como un puente interno que nos hace dar el salto cuántico hasta el sexto chakra y visualizas en armonía el sexto. Concéntrate en el entrecejo.
Media y última respiración: Libera mulabhanda y suelta el diafragma para tomar media inhalación y canta wah‑e guru. Pronuncia wah tal cual, corto y aspirado. Eleva la atención del entrecejo a la coronilla y luego cantas alargando he un poco más que el wah. Puedes visualizar la flor del séptimo chakra abriéndose con suavidad. No lo hagas muy largo para poder extenderte algo más con guru. Visualiza todo el aura en armonía, brillando con toda su luz y sintiendo el baño del néctar. Deja que el sonido que creas con guru se disuelva poco a poco en tu aura como lo haría un dulce en tu boca. Inhala profundamente. Puedes comenzar el ciclo de nuevo. Los tiempos recomendados son 7 minutos para empezar a armonizar los chakras y hasta dos horas y media al día si quieres trascender tus karmas, preferiblemente antes de la salida del sol.
Siri Tapa, invierno 2009