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Bati­do ver­de de espi­na­cas y piña

Cris Par­ga

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En verano las comi­das y bebi­das lige­ras son una bue­na opción. Siem­pre se hacen más agra­da­bles, de fácil diges­tión y si opta­mos por ali­men­tos sanos, estos nos apor­ta­ran gran­des bene­fi­cios, hacien­do tera­péu­ti­cos momen­tos coti­dia­nos. ¡Aquí va mi pro­pues­ta verde!

Fotos de Cris Parga

Ingre­dien­tes:

  • Un puña­do gene­ro­so de espi­na­cas frescas.
  • Media piña.
  • 1 limón.
  • 1 man­za­na verde.
  • 1 zanaho­ria.

Cómo hacer­lo

Lava las espi­na­cas y la man­za­na, pela la piña, el limón y la zanahoria.Coloca todo los ingre­dien­tes en el vaso de la bati­do­ra, tri­tu­ra y sirve.
Si te ape­te­ce frío pue­des aña­dir unos cubi­tos de hielo.

Bene­fi­cios

La espi­na­cas como hoja ver­de con­tie­nen clo­ro­fi­li­na, fola­tos y toco­fe­rol, ingre­dien­tes que la hacen una bue­na anti­oxi­dan­te gene­ra­do­ra de meca­nis­mos pro­tec­to­res anticáncer.
Su con­su­mo apor­ta una exce­len­te fuen­te de vita­mi­na k, impres­cin­di­ble para la reten­ción de cal­cio en la matriz ósea. Tam­bién mine­ra­les como el mag­ne­sio, pota­sio, cal­cio y zinc; todos ello pre­sen­tes en el teji­do óseo, neu­ro­nal, en la san­gre y par­ti­ci­pan­do en pro­ce­sos inter­nos nece­sa­rios para nues­tra vida.
Las espi­na­cas son for­ta­le­ce­do­ras de los múscu­los por la pre­sen­cia de fac­tor C0-Q10, y anti­oxi­dan­te impor­tan­te sobre todo para el múscu­lo cardiaco.
Sus fito­nu­trien­tes y pig­men­tos como el beta caro­teno y la luteí­na las hacen bene­fi­cio­sas para los ojos y para la piel, amor­ti­guan­do los efec­tos noci­vos de los Rayos UV y rege­ne­ran­do estos sen­si­bles tejidos.
Son anti­in­fla­ma­to­rias, lle­gan­do a pro­te­ger la mem­bra­na del estó­ma­go y aumen­tan­do la resis­ten­cia del reves­ti­mien­to del trac­to digestivo.

Hable­mos aho­ra de la piña. Esta fru­ta tro­pi­cal con­tie­ne bro­me­li­na, enzi­ma diges­ti­va y esti­mu­lan­te de secre­cio­nes gás­tri­cas y disol­ven­te de muco­si­da­des. Su alto con­te­ni­do en fibra la hace ideal como pre­ven­ti­va de estreñimiento.
Es anti­in­fla­ma­to­ria, muy bene­fi­cio­sa en casos de artri­tis o gota.
Por su abun­dan­te con­te­ni­do en agua (has­ta un 87%) es un diu­ré­ti­co natu­ral, que ayu­da en casos de reten­ción de líqui­dos, hin­cha­zón o cóli­co renal.
Favo­re­ce el sis­te­ma inmu­ni­ta­rio fren­te ata­ques pató­ge­nos y ayu­da a la eli­mi­na­ción de pará­si­tos intestinales.
Por últi­mo decir que es una fru­ta rica en vita­mi­na A, C y del gru­po B, hacién­do­la a esta una exce­len­te fuen­te anti­oxi­dan­te, anti­en­ve­je­ci­mien­to y com­ba­tien­te de radi­ca­les libres.

¡Que dis­fru­tes y te sanes en cada acto ali­men­ti­cio consciente!

Rece­ta, fotos y bene­fi­cios: Cris Parga

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