Lectura estimada: 5 minutos

¿Somos aca­so un Estado?

artículosblogsiri tapa

Me pro­pon­go refle­xio­nar sin dar nin­gu­na res­pues­ta, ya que esto iría en con­tra de a lo que mis pro­pias refle­xio­nes apun­tan. Dar res­pues­ta sería pues como hacer un esta­do de la apa­ren­te solu­ción encon­tra­da. Y digo apa­ren­te pues­to que me voy ani­man­do a dife­ren­ciar aque­llo que hay de aque­llo que yo per­ci­bo, o de aque­llo en lo que yo pien­so o de aquel len­gua­je que uso al pen­sar­lo o hablar­lo. Por el con­tra­rio, dejar que una refle­xión apun­te en una direc­ción es más bien ofre­cer­le una capa­ci­dad de movi­mien­to que le per­mi­ta a ella mis­ma con­ti­nuar su via­je y dejar­la ser vivi­da con todos sus posi­bles cam­bios, inclu­so de direc­ción, los con­ti­núe yo o seas tú mismo/a.

Con esta­do me quie­ro refe­rir a esa idea de estar de una deter­mi­na­da mane­ra fija o de no dejar­nos ser más que de una mane­ra que corres­pon­da a la pro­pia auto­ima­gen crea­da por noso­tros mis­mos. Con cier­to humor podría­mos decir que cual­quier simi­li­tud de sig­ni­fi­ca­do de esta­do con su uso polí­ti­co es una coin­ci­den­cia, no sea que se nos que­de el alma atra­pa­da en tan­to con­trol, orga­ni­za­ción, ins­ti­tu­ción, nor­ma, auto­ri­dad, admi­nis­tra­ción o terri­to­rio en propiedad.

Un ejem­plo evi­den­te de nues­tra bien logra­da edu­ca­ción de esta­do es esa idea de lo que es el bien­es­tar. Hace­mos de la idea de Estar bien o de Feli­ci­dad un esta­do inmó­vil que debe man­te­ner­se per­ma­nen­te­men­te sin nin­gu­na osci­la­ción, lo cual nos lle­va sin reme­dio a vivir la frus­tra­ción, la desa­zón. Esta­mos inten­tan­do subir una mon­ta­ña y hacer la foto inmor­tal del logro, y, mien­tras nos ape­ga­mos al momen­to con las dos manos afe­rra­das a la ban­de­ra, invi­ta­mos a la muer­te con la ins­tan­tá­nea, ¿aca­so no ten­drás que vol­ver a comer, abri­gar­te o ir más al baño? ¿Aca­so no hay más cosas por vivir? No impor­ta tan­tos sean nues­tros esfuer­zos, en cual­quier caso, la tarea de esta per­ma­nen­cia pare­ce impo­si­ble pues­to que noso­tros no fun­cio­na­mos de mane­ra dis­tin­ta a como lo hace el universo.

Si vemos cómo fun­cio­na nues­tra res­pi­ra­ción vemos cla­ra­men­te que no pode­mos per­ma­ne­cer siem­pre en la inha­la­ción o expan­sión ya que mori­ría­mos por exce­so de ple­ni­tud, asfi­xia. Es nece­sa­rio sol­tar para tomar y tene­mos la capa­ci­dad para ambas cosas, inha­lar y exha­lar. Es un bai­le equi­li­bra­do que per­mi­te la vida. De la mis­ma for­ma nues­tra capa­ci­dad de gozar es la mis­ma que la de expe­ri­men­tar dolor. Nues­tra capa­ci­dad de acción se corres­pon­de a la de rege­ne­ra­ción o des­can­so. Ocu­rre lo mis­mo con la prác­ti­ca de asa­nas en las que per­mi­ti­mos el equi­li­brio con el con­cep­to de sti­ra-shu­ka (rela­ja­ción-fir­me­za) y que inte­gra estas pola­ri­da­des de una mane­ra en la que no solo con­vi­ven sino que sus­ten­tan la expe­rien­cia de la pos­tu­ra como las otras sus­ten­tan la expe­rien­cia de la vida.

Nues­tra con­cien­cia se expan­de y se retrae para man­te­ner su equi­li­brio vital. Pero si al ampliar nues­tra con­cien­cia nos cree­mos que ya pode­mos dar­nos cuen­ta de todo y en todo momen­to nos mete­re­mos en un pro­ble­ma y segu­ra­men­te sere­mos un peli­gro para otros, ya que en la vida todo es un cons­tan­te fluir entre flu­jo y reflu­jo, expan­sión y con­trac­ción, con­tac­to y reti­ra­da. Algu­nas veces bus­ca­mos el tener una con­cien­cia per­fec­ta com­pli­can­do más y más el asun­to cuan­do esta­mos ya inmer­sos en ella, que por sí sola ya derrum­ba la idea de tener que ser de nin­gu­na mane­ra. El ampliar nues­tro dar­nos cuen­ta nos ofre­ce ir des­ve­lan­do fal­se­da­des pero para ello tan impor­tan­te es el momen­to de la visión del vue­lo como el de buceo en la pro­pia som­bra. El ver­da­de­ro equi­li­brio está hecho de un jue­go de des­equi­li­brios que se com­pen­san de mane­ra diná­mi­ca y que no pare­cen cons­ti­tuir nin­gún esta­do fijo e inmóvil.

Por lo tan­to no se tra­ta de alcan­zar un esta­do con­cre­to sino de libe­rar el movi­mien­to de flu­jo y reflu­jo que nos per­mi­ta vivir nues­tros dife­ren­tes pro­ce­sos o sus emo­cio­nes, dis­fru­tan­do de lo que cada una de ellas con­lle­va, ya que todo tie­ne su momen­to. Dejar­nos vivir la tris­te­za o la sole­dad es tan nece­sa­rio como dejar­nos vivir la ale­gría y la com­pa­ñía, y ade­más pode­mos atre­ver­nos a com­bi­nar sole­dad y ale­gría o, más bien, sol­tar lo apren­di­do y dejar­nos vivir una mayor y más espon­ta­nea rique­za inte­rior. ¿Aca­so por estar tris­te res­pec­to a algo no pode­mos estar ale­gres res­pec­to de otras cosas? ¿Aca­so por tener una auto­ima­gen y pese a nues­tros inten­tos de con­trol al res­pec­to deja­mos de ser un infi­ni­to de posi­bi­li­da­des que ade­más pue­den dar­se de mane­ra múl­ti­ple y a la vez?

Vol­vien­do a lo de estar bien, habría­mos de inten­tar des­dra­ma­ti­zar el asun­to, no sea que siem­pre parez­ca que anda­mos en pro­ble­mas cuan­do solo esta­mos vivos. Como yoguis tal vez algu­nas veces pre­ten­de­mos estar siem­pre en la luz o rela­ja­dos como si estar en algún momen­to con­fu­sos o ten­sos supu­sie­ra haber hecho algo mal. Pero solo lo que flu­ye se pue­de atas­car y solo lo que está rela­ja­do se pue­de ten­sar. Insis­to en no dra­ma­ti­zar el flu­jo, a veces estar ten­so, algo ner­vio­so o poner­te enfer­mo no tie­ne por­qué sig­ni­fi­car tener un gran pro­ble­ma o no haber hecho las cosas bien, tal vez solo sea fir­me­za, inten­si­dad reso­lu­ti­va o que las cosas te impor­tan, tal vez sea el des­per­tar de tu ener­gía hacia un nue­vo dar­te cuen­ta, tal vez estés tras­mu­tan­do algo más allá de tus razo­nes o tal vez sen­ci­lla y nue­va­men­te, estés vivo y no pue­das saber nun­ca su mis­te­rio pero sea por eso más her­mo­so y, tal vez, si lo vivi­mos con natu­ra­li­dad, nos ena­mo­re­mos de la vida como pro­ce­so sin nece­si­dad de ade­re­zos, sus­ti­tu­tos ni banderas.

A mí ver la posi­bi­li­dad de hacer pre­gun­tas sin la nece­si­dad de lle­gar a una fir­me res­pues­ta da espa­cio de jue­go en la vida, sen­ci­llez y lige­re­za a la capa­ci­dad de trascendencia.

Siri Tapa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.