Este es un libro al parecer pequeño y de fácil lectura pero es un libro especial, para leer despacio. Nos cuenta cómo han muerto personas que son consideradas grandes seres y por ello desvela parte de sus vidas. Por respeto hacía lo que cuenta os aconsejo no consumirlo por su apariencia sino tomarlo de poquito a poquito, como una buena medicina, de las naturales. Si de verdad quieres que algo de su grandeza quede en ti, y te dejas, te presentará a Maestros y Maestras para que iluminen tu vida y tu muerte.
Encontrarás en sus líneas las asombrosas historias sobre las muertes de monjes zen, yoguis y maestros tibetanos, hindúes, budistas, etc… además de numerosos comentarios sobre samadhis antes de la muerte, y algunas cosas que a la mente le parecerán curiosas, como la necesidad de no mover el cuerpo durante cierto tiempo, la falta de descomposición de algunos maestros tras su muerte o la desaparición de sus cuerpos o incluso el surgimiento de dulces aromas… Se nombran también diferentes meditaciones previas a la muerte que tal vez algún día nos podría gustar investigar.
A todo esto se le unen algunas fotografías, poemas y diálogos, y un montón de oportunidades de ver el carácter y el humor que acompaña a la sabiduría.
Es sorprendente encontrar una línea común en ese último aliento de estas excepcionales personas, nos enseñan a contemplar la muerte de una forma inusual para el resto del mundo, para ellos no parece más difícil de aceptar que “tomar té cuando te sirven té.” No se percibe temor alguno. Hacen de sus muertes parte de sus enseñanzas y terminan mostrando con su muerte lo que ha sido su vida, una consagración a la conciencia.
No os puedo contar mucho para no entrometerme en vuestra lectura pero supongo que os puedo tentar un poquito más.
Relata 108 despedidas, entre las que podéis encontrar las maravillosas últimas palabras de Sarada Devi, llamada “La madre”, y muchas otras enseñanzas como la de Lahiri Mahasaya ofreciéndonos una visión natural de la enfermedad que nos permite abandonar el cuerpo.
Se relatan también algunas muertes de yoguis que os recordarán enseñanzas sobre la Energía Sutil, sobre todo a los que hayáis hecho cursos de yoga versados en esa temática. Por ejemplo, podemos encontrar el relato de un yogui tibetano que confirma esa enseñanza de que la vida se cuenta por un número finito de respiraciones y cómo aprovecharlas. También como otros maestros muestran el sangrado por algunos orificios del cuerpo cuando retiran su aliento vital por la parte superior de la cabeza. Esto está ligado a cómo trascender el ciclo de reencarnaciones y como dominar Prana en el momento de abandonar el cuerpo.
Después de leer este libro parece extraño que intentemos eludir el tema de la enfermedad y la muerte porque al hacerlas parte de nuestras reflexiones naturales nos enseñan sobre la vida.
Se agradece a Sushila Blackman por su entrañable introducción, por este trabajo de compilación y por que nos haya dejado en la parte final del libro tantas referencias bibliográficas, por si se da la llamada a seguir aprendiendo sobre estas almas maestras.
Siri Tapa