De lo primero que te das cuenta cuando ya has utilizado un poco este Diccionario del Yoga: historia, práctica, filosofía y mantras, es de que su apariencia de libro de consulta esconde un valioso propósito: el de servir de mapa o itinerario guiado para transitar con mayor fluidez el ecosistema yóguico. Ha sido llegar por correo y en pocos días ha sabido encontrar su lugar en mi mesa de estudio: allí está, enroscado, apenas emitiendo un leve ronroneo, siempre dispuesto a ser consultado en cualquier momento.
En su misión esencial este libro es un tesoro y no decepciona. El esfuerzo y buen hacer de su autora, Laia Villegas, traductora y experta en sánscrito y filosofía india, ha cristalizado en una obra amena, manejable y al mismo tiempo rigurosa y especializada. Te quedas con la sensación de contar por fin con un material capaz de traer luz y criterio, permitiéndote prescindir de la necesidad de recurrir a dudosas traducciones anglosajonas. Es un libro que destila la entrega puesta en él y eso se desprende en cada hoja.
El volumen, publicado en la Editorial Herder, cuenta con la inestimable colaboración de Óscar Pujol, reputado sanscritólogo y traductor de los Yogasūtra de Patañjali, así como del magnífico y más reciente Diccionario Sánscrito-Español, obra valiosa y querida ya por muchos de nosotros.
A vista de ave, el contenido aparece estructurado en cuatro partes. La primera es una travesía por la historia del yoga, tan sintética como acertada. La segunda, dedicada a la práctica, despliega un glosario gráfico de āsanas, prānāyāmas, mudrās, bandhas, etc. muy útil, con un enfoque inicial que, debido a la diversidad que se ha ido desplegando en estas disciplinas, podría encontrar pequeños contrastes con algunas escuelas y linajes yóguicos. La tercera parte se centra en los Yogasūtra de Patañjali, supuesto centro cardinal de la filosofía del yoga. Finalmente, ofrece unas leves pinceladas del inmenso corpus mántrico, con una recopilación a modo de quintaesencia de los mantras más populares en la práctica del yoga moderno.
Pero la excelencia de esta interesante obra es su tributo a la lengua que es origen y cobijo del yoga: el sánscrito. Sin duda, aquí encontrar algo tan apreciable como oportuno. Sin duda en la actualidad, fruto de la falta de profundización de muchos maestros con el sánscrito y la disparidad desperdigada en el laberinto internáutico, es fácil caer en malas pronunciaciones de los términos yóguicos y también en la incorrecta escritura de los mismos, por no mencionar los enredos con el género y otras cuestiones gramaticales. Pues bien, gracias a este manual podremos con facilidad repasar todo esto, actualizando con garantías una precisión que sin duda se iba diluyendo como un azucarillo en el océano de la ignorancia.
Para remachar este propósito, Laia Villegas ha contado con la participación de Kausthub Desikachar, nieto de Yogacharya T. Krishnamacharya, para vocalizar en grabaciones de audio todos los términos sánscritos contenidos en el libro.
Ya seas profesor/a, alumna/o o sencillamente un/a amante del universo yóguico, estoy seguro de que disfrutarás de este pequeño gran Diccionario de Yoga.
Gobinde