Rastreando los orígenes de una canción
La primera vez que escuché «El eterno sol» («May the Long Time Sun Shine Upon You» en el original inglés), fue en una versión de Joan Sendra y Carola Zafarana, una versión que por entonces se usaba bastante para terminar las clases. Y es ahora, después de tantos años, cuando al volverla a escuchar de pronto me ha asaltado el gusanillo de conocer su procedencia. ¿Quiénes fueron sus autores originales? Y luego, ¿cómo es que terminó sirviendo de broche para la mayoría de las clases de Kundalini Yoga alrededor del mundo?
Desde la transmisión bhajanista, todas las referencias al caso parecen servir –como siempre– más de reclamo a la figura de Yogi Bhajan que a otra cosa. Tras pasar un buen rato rebuscando en las despensas de Google, los testimonios que encontramos van desde uno que afirma que la canción es un invento del propio gurú para culminar la práctica con una oración de despedida, hasta otro que dice que fue un regalo hecho a su persona, fruto de la admiración de un conocido conjunto musical.
Sin embargo, nada de eso tiene que ver con la realidad. A finales de los años sesenta, en Edimburgo (Escocia), la Incredible String Band, una banda formada por dos escoceses llamados Mike Heron y Robin Williamson, irrumpía en el escenario hippie de la época. La banda estaba planteada como una familia abierta y nómada, de la que formaban parte, según reglas nada precisas, amigos, novias e hijos. Les gustaba alardear de ser una «comuna vital antes que un grupo musical». Al igual que los poetas del romanticismo tardío inglés, el grupo intentaba sincronizarse con el pulso de la naturaleza. También les influía el chamanismo panteísta e introducían en sus canciones fórmulas del folk con estructuras más dúctiles, manteniendo, sobre todo, una visión psicodélica del mundo.
En 1968 sacaron su segundo trabajo, «The Hangman’s Beautiful Daughter» («La hermosa hija del verdugo»), donde mezclaban instrumentos de culturas exóticas con textos inteligentes y atrevidos, oníricos y sensibles. Dentro de ese album figuraba una canción especial, la más larga, de más de trece minutos, titulada: «A very cellular song» («Una canción muy celular»). Pues bien, nuestro querido «Eterno sol» es el tramo final de esta canción, y estos sus versos:
May the long time sunshine upon you
All love surround you
And the pure light within you
Guide you all the way on.
Y así suenan con su melodía original:
El autor de la letra y la música es Mike Heron, el cual la dejó registrada en la primavera de 1968 en la Performing Rights Society. El propio Mike contó una vez que la canción nació como consecuencia de un viaje de LSD, tras caer arrodillado en la habitación de su padre y permanecer absorto escuchando la radio; el viaje duró quince horas, que Mike condensó en trece minutos de canción. Sentía unas oscilaciones que marcaban el ritmo de un vals, en la radio sonaba la música funeraria de la Bahamas, exactamente el tema I bid you Goodnight 1, que fue insertado en la propia canción, donde también se hablaba de las amebas y otras lindezas, para terminar con los versos del sol brillando, el amor y la luz interior, porque ya amanecía y el viaje psicodélico iba remitiendo, mientras él devoraba en la cocina el desayuno que su madre había preparado.
Esta coda final se hizo enormemente popular y era costumbre del grupo cantarla al final de sus conciertos, incluido el que dieron en Woodstock, Nueva York, ese mismo año. No es de extrañar que no muy lejos de allí, estudiantes de Kundalini Yoga acompañados de Gurudass Singh durante los ensayos de su Khalsa String Band, quisieran añadir a su repertorio esta pieza y más tarde se les ocurriera, tal como hacía la banda hippie escocesa al final de sus actuaciones, tocarla al final de las clases.
Así emprendió este canto su andadura en el contexto del Kundalini Yoga de los años 70 y posteriores. La música quedó pronto relegada ante las numerosas versiones que fueron apareciendo. Era la letra, sin embargo, tan mágica y sugerente, la que prevalecía, inspirando las más dispares composiciones. Muchos de los que se adentraban en el universo creativo de los llamados «mantras de Kundalini», no podían resistirse a elaborar su propia versión del «Eterno Sol». Con el paso de las décadas, estas versiones son las que han ido prevaleciendo y sonando, amontonándose una sobre otra hasta enterrar la versión original. Pero las raíces importan, y aunque es cierto que en la actualidad el tirón de estos versos ha ido perdiendo la fuerza de antaño, no deja de ser útil y fascinante poder rescatarlas.
Javi Sanmartín
1. Tema de Joseph Spencer & The Pinder Family, grabado en el patio trasero de su casa en 1958, Bahamas.