Parinama consta de dos términos “Pari” que significa maduración o idea de realización de una vuelta completa y “Nam” que es vibración, reverencia. En los sutras de Patanjali aparece este concepto de Cambio a través del tiempo, de transformación natural que puede ser conducida hacia un verdadero encuentro con lo esencial o lo que es lo mismo, hacia una negación de aquello que no es verdadero. Yoga es la alquimia de la transformación, te mete de lleno en un proceso dinámico de evolución hacia el crecimiento espiritual. Kundalini Yoga ha recogido expresamente muchas de las técnicas de yoga para la transformación, trabajando directamente el despertar de nuestra energía primordial o kundalini para armonizar directamente los chackras o lotos energéticos; que están conectados al canal central o Shushumna Nadi, limpiando su memoria interna y devolviéndolos a su mejor frecuencia. Yoga es yoga, pero en una hora u hora y media, un profesor de yoga se ve limitado a escoger una ruta. La transformación es una de las rutas en las que un profesor de kundalini yoga se mueve a sus anchas y puede guiarte para que tengas una experiencia propia de transformación. Hay tres métodos principales: respiraciones, bhandas y atención-intención de la conciencia, para lo cual necesitamos tener una alineación y proyecciones posturales adecuadas para que los canales de energía estén realmente disponibles y no sean un producto de nuestra imaginación.
Desde la física cuántica se nos dice que la materia es una forma de energía, lo que percibimos como sólido es en realidad puro plasma un poco más denso. Desde la medicina, nuestra salud reside en nuestra columna. Podemos suponer por tanto y confiar en los yoguis que nos cuentan que toda enfermedad o tristeza existe primero en un plano energético-sutil y luego en el plano energético- material. Esto nos deja ante la posibilidad de influir en esa relación entre ambos para hacer algo al respecto, fomentar procesos de salud y de cambio trascendental física (recuperando nuestros espacios internos naturales), energética y psicológica o espiritualmente.
Salud no es solo un bienestar acomodado, es una capacidad de amar, liberar y crear, que traspasa la barrera individualista.
Volver a respirar natural y espontáneamente, quitando los patrones respiratorios insalubres, poder controlar la respiración en determinados momentos, con ciertas técnicas precisas, es lo que nos permite limpiar principalmente nuestra mente y la memoria o karma guardado en los chackas. También se usan mantras, asanas o mudras para cortar toda esa energía negativa que vamos soltando y que se mantenga como un cambio estable. Una clase de Kundalini tiene principalmente una Kriya y después una relajación y meditación apropiadas. Kriya significa acción, una acción determinada para que suceda algo determinado.
Aceptamos la acción para no estancarnos, para no perder potencial de vida, pero no significa estar en una montaña rusa sino iniciar unos cambios que se van a estabilizar, que van a integrarse formando parte de la riqueza personal. La vida tiene un proceso natural de crecimiento y maduración que supone un cambio constante por lo que desde esa aceptación sólo impulsamos el crecimiento adecuado para la maduración necesaria en cada momento.
Gita
“Todo ser viviente es impulsado a la acción, sin que pueda evitarlo, por su propia índole y por la naturaleza misma. La acción está presente en toda la naturaleza, desde lo más pequeño al universo entero íntegro; todo es movimiento, acción. Si alguien cree que por el hecho de permanecer inmóvil no actúa, se engaña a si mismo”.
En las kriyas de kundalini en los karma yoguis, la traducción es que le salen alas al corazón.
Yoga para valientes
Cuando decimos que vamos a meditar lo que hacemos es verle las garras a nuestra mente hasta poder decir como yoguis “ya no soy yo el que respira, la vida reza en mí”. Es una acción para valientes que se suele iniciar acobardados pero que se continúa como un amante no puede dejar de ir a ver a su amor.
Parábola:
«Somos como un carruaje llevado por unos briosos corceles, el dueño del carruaje permanece dormido en su interior y el cochero está borracho en el cabestrante. Nadie controla la riendas ni gobierna los caballos, el carruaje se precipita en el abismo.»
Así algunos maestros cuentan como estamos dormidos, perdidos de nuestra inteligencia y nuestro ingenio para salir de nuestra situación. El carruaje es el cuerpo; los corceles los instintos, pasiones, emociones y los estados anímicos. Las riendas son la voluntad. El cochero es la consciencia y el dueño es nuestra verdad o maestro/a interior, la luz que puede reconocer lo falso y aportar claridad. Así estamos dormidos, presos de nuestras emociones, tendencias…etc, sin dirección, con la lucidez embotada.
Tenemos que despertar con la urgencia interna que cada cual descubra en sí mismo. Revisemos nuestra vida diaria para ir erradicando el acto de permisión hacia este empobrecimiento humano que nos arrastra lejos de la luz humana. Cada día podemos descubrir algo, desaprender o aprender algo, liberar algo… Cada día hay un detalle esperando ser desvelado; incluso para ver ese anuncio de venta de lencería o de lácteos con supuestas yoguis y mandarlo a tomar viento. ¿Sumisos?, ¡Y un cuerno! que el Estado y las empresas de marketing quieran ponerle las zarpas al yoga no deja de hacernos rebeldes para lo que importa.
Al cambio que viene no le gustan los colores pastel
¿Si andamos soñando con un mundo mejor porqué no participar creándolo como Brahma, derrumbando lo necesario como Shiva y sosteniendo lo que nos necesita como Visnú? Esto pasa por no darle cancha al falso ego que dice “yo soy” o “eso es mío”, no intentar camelar al prójimo con palabras dulces y falsas alegrías ni con arduos victimismos. Necesitamos ver nuestros miedos, iras, envidias, recelos y enseñarles los dientes, sacarles las lengua, rugirles desde el ombligo, sacudírnoslos de encima para coger nuestro verdadero ritmo y no el de sus antojos. Porque si no ¿quién bailara nuestra danza? Necesitamos dejar que la generosidad y otras bondades salgan sólo como una consecuencia natural no exagerada por el ego.
Una extraña pasión se mueve en mi cabeza.
Mi corazón es ahora como un pájaro
que revolotea en el cielo.
Cada parte de mí va en una dirección distinta. ¿Será porque lo que amo
se encuentra en todas partes?
Rumi
El amor sin ley
Estamos en la era de acuario o era dónde las estructuras falsas se rompen y las verdaderas son puestas a prueba. Nos hablaron de ello, pero no sabíamos que nos tocaba a nosotros. El amor sin ley, sin posesión, sin engaño y sin celos, ese que es libre del ego, tu ego, mi ego, nuestro ego… ¿Podemos hacer que el amor prevalezca sobre etiquetas, posesiones y miedos? Yo creo que sí.
Siri Tapa